La magia del pollo asado está en el color dorado de su piel, su textura crocante por fuera y la jugosidad de la carne. Esto se consigue metiendo el pollo marinado previamente a la sartén.
La magia del pollo asado está en el color dorado de su piel, su textura crocante por fuera y la jugosidad de la carne. Esto se consigue metiendo el pollo marinado previamente a la sartén.