Es recomendable lavar la ropa de cama casi todos los días o varias veces a la semana. En este caso te compartimos cómo lavar una almohada, tal vez una de las piezas más olvidadas a la hora de la higiene de la habitación.
Es fundamental higienizarse bien, lo cierto es que requieren un cuidado especial, porque las almohadas son las que absorben partículas de sudor y suciedad constantemente.
De hecho, a través de las almohadas se crea un ambiente perfecto para la proliferación de ácaros, virus y bacterias. Por eso, con el tiempo se comienza a observar en las almohadas manchas amarillas y olores desagradables. Muchas veces adquiere un aspecto tan feo, que se piensa que la única opción es desecharlas.